Sin duda era uno de los desfiles más esperados de la temporada. El gran Galliano regresa a la Alta Costura llevando las riendas de la firma Maison Martin Margiela y presentando su colección Artisanal en la semana de la moda de Londres. Las expectativas eran muy altas pero lo cierto es que la moda echaba de menos la espectacularidad de diseñador. Necesitábamos su teatralidad.
Galliano ha indagado en las raíces de la firma para presentar una colección donde el juego de la construcción y deconstrucción se hace presente. Looks extremadamente sencillos y siluetas fluidas que destilan la esencia de la casa se contraponen a otros modelos mucho más barrocos, excéntricos y claramente identificables con el diseñador. El punto de encuentro se produce en esa rareza convertida en esplendor, en las musas con un toque de oscuridad, en la mezcla de textura y tejidos, en las superposiciones y las posibilidades infinitas de cada prenda.
Lo que algunos apuntaban como dos estilos irreconciliables ha resultado erigirse como la unión perfecta de una maison y un creador que siempre se han aproximado a la belleza con los ojos de aquel que la ve por primera vez.
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