Bajo el halo dorado que envuelve la pasarela, Hervé Leger ha presentado una colección sumamente sexy y sofisticada bajo la dirección de Max y Lubov Arzia. Comienza el pase con un vestido ajustado blanco con bajo asimétrico y hombrosarmados. Le siguen una serie de entallados vestidos en la misma línea, muy estructurados, que marcan la figura y terminan en algo de movimiendo a la altura de la rodilla. Con estampados tribales, vegetales y acuáticos, o lisos con estructuras que forman mosaicos. Aplicaciones doradas y plateadas salpican una paleta de colores nevados , turquesas, esmeralda, nude, grises y negros.
Cambian los acordes y suena Stay Strange de Jorge Durán mientras hace su entrada Blanca Padilla enfundada en un escultural vestido blanco con armadura negra. También hay cabida para el pitillo, para las chaquetas bomber a juego con los vestidos y las cazadoras de piel con cuello de pelo. El look se completa con sandalias de tiras abotinadas, y peinados trenzados que dejan la cara despejada. Una nueva vuelta de tuerca al legendario vestido bondage que caracteríza a la firma.
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