El pasado miércoles tenía lugar en Nueva York el desfile de uno de los diseñadores que mejor representan la elegancia casual y el estilo de vida neoyorkino. Michael Kors ha presentado una colección discreta y a la vez opulenta, inspirada en mujeres como la Duquesa de Windsor o Carolyn Bessette, conocidas por su buen gusto a la hora de vestir pero siempre bien tapadas como expresa el diseñador.
Faldas que sobrepasan la rodilla y se acercan al tobillo, jerseys oversize, camisas abotonadas hasta el cuello, cálidas pieles y predominio del zapato masculino.
Siluetas de inspiración años cuarenta y con clara vocación laboral, perfectas para las working girl que valoran la elegancia a la par que la discreción. Ni trasparencias y grandes escotes. La feminidad la ponen las cinturas rematadas con un ajustado cinturón, los brocados, los puños de piel, las aplicaciones de pedrería en sus faldas y sus apetecibles complementos como el doctor bag o las estolas al cuello.
"Todas las mujeres con estilo aprovechan el guardarropa de sus novios."-afirma el diseñador. Y no puedo estar más de acuerdo.
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